Lo que nos lleva a ÉL

16.10.2022

Un vaso que está por llenar.

Nos tratamos de pequeños vasos de cerámica, unos vasos opacos, frágiles y vacíos. Así es el ser humano, un recipiente en el que mediante la experiencia de vida y la respuesta de preguntas deberá completar su ser para saciar la necesidad de sentirse realmente vivo.

Existen preguntas que, sin contemplar la posibilidad de un Dios, son imposibles de responder. Por eso mi fe en ÉL es ciega, porque sé que no le puedo ver y que nunca a lo largo de mi vida mundana podré observarle en carne y hueso, simplemente por el hecho de que DIOS no tiene un carácter físico, es diferente ver a Jesús o María, ya que sí existieron de una forma real y tangible en este mundo. Pero el no verle no significa que no exista.

Y aprovecho este punto para generar una pregunta, ¿puede la ciencia dar respuesta al para qué de las cosas? No, no puede, la ciencia existe para dar respuesta al por qué de las cosas, pero nunca podrá dar un sentido a algo más allá de sus compuestos y funciones. Es humano preguntarse el porqué de las cosas, es humano tener dudas sobre lo que no vemos y sobre lo que sobresale de nuestros cabales, a mi forma de ver, y concordando con lo que Descartes dice, para que seamos capaces de concebir un pensamiento de Dios, debemos ser el efecto de su creación, ya que nosotros al ser sujetos reales -Pienso, luego existo-, nuestra causa ha de ser proporcional al efecto, y si el efecto es la idea de infinito, su causa ha de ser infinita. Por tanto, solo Dios como Ser perfecto y real puede ser la causa de la idea de infinito que posee el sujeto pensante. Solo Dios es capaz de saciar nuestra necesidad de conocer el para qué nacimos.

Además, sabemos que mediante el principio de razón suficiente que es la tesis de que absolutamente todo tiene una explicación. Niega que existan hechos brutos, es decir, hechos porque sí. Todo es inteligible, todo lo que es tiene una razón suficiente para existir, hay una razón suficiente o explicación adecuada necesaria y objetiva para le existencia de todo lo que es y para los atributos de cualquier ser. Todo tiene una explicación y cuando no tenemos la respuesta a la pregunta, tenemos una respuesta al por qué no hemos llegado a la explicación. Negar el PRS conlleva negar las razones detrás de las experiencias sensibles que tenemos -reducción al absurdo.

Comencemos por la creación, hoy en día seguimos sin tener ninguna pista sobre el cómo se comenzó a generar materia mediante la nada, y por lo tanto, como se creó la vida que hoy nos rodea. Es extraño concebir un mundo que está perfectamente preparado para albergar y permitir la proliferación de la vida de "agentes corpóreos conscientes" los cuales requieren complejidad estable y reproducible. Esta complejidad la podemos observar de dos formas; en primer lugar, en las leyes de la naturaleza, el universo debe tener el conjunto adecuado de leyes con el fin de que exista vida altamente compleja, como podemos observar en la gravedad -sin ella no tendríamos estrellas, planteas, por lo tanto no habría vida- también la fuerza electromagnética -sin ella no habría átomos, por lo que tampoco obtendrías vida, luego no tienes enlace químico- además de tener la fuerza nuclear fuerte, el principio de cuantificación o el principio de exclusión de Pauli. Y además observable mediante la distribución inicial de la masa-energía del universo en el momento del Big Bang, en ese momento toda la masa y energía que conocemos se veía agrupada en una pequeña región del tamaño de una pelota de tenis, por lo que después de su explosión se dio paso a todo lo que hoy conocemos, las galaxias y la vida, pero claro, entonces nos preguntamos, ¿cuán probable es que esto ocurriera -la perfecta armonía del universo-?, pues si hacemos una analogía simple, es como si un edificio fuese detonado, y que en esa explosión, los escombros que salieron volando volvieran a construir una nueva edificación al completo.

Pero nos encontramos con que, si aceptamos esta premisa, deberemos decidir entre cuál habrá podido ser la causa de esto, yo he recogido las dos que me parecían más inteligentes o que en un inicio pueden causar una duda real.

El multiverso como generador de multiversos: esto es, utilizando una analogía sencilla, como si echaras al océano unas cantidades inmensas de jabón, lo que generará burbujas, burbujas que serían los universos y que, debido a la expansión en el océano, no se chocan. Pero esto tiene un fallo, ya que, si todos esos universos, se han generado por el generador de multiversos, este mismo deberá haber sido diseñado de forma inteligente, ya que para la creación de un universo se requiere una precisión para producir los universos y a su vez, los ingredientes correctos. Una metáfora sencilla podría ser la Máquina de Pan, es una máquina prediseñada con una funcionalidad precisa para que, mediante un proceso y unos ingredientes exactos, se creen esas barras de pan.

La inteligencia creadora, algunos no teístas también han tomado como válida la posibilidad; Paul Davies declara: "La impresión del diseño es abrumadora" y el astrofísico Sir Fred Hoyle, quien fue ateo, una vez declaró: "Una interpretación de sentido común de los hechos sugiere que un súper intelecto ha jugado con la física... y que no hay fuerzas ciegas de la naturaleza". El argumento simplemente concluye que lo visto apoya firmemente el teísmo sobre la hipótesis atea del universo único. La evidencia para el ajuste fino se parece mucho a las huellas dactilares encontradas en un arma: aunque pueden proporcionar pruebas sólidas de que el acusado cometió el asesinato, no se puede, a partir de la evidencia, concluir que el acusado es culpable.

Si proseguimos preguntándonos sobre lo que pudo crear el universo, llegamos a la siguiente cuestión, si el universo es finito -Argumento cosmológico Kalam-, como demuestran varios estudios científicos como los de la energía -según la ley termodinámica- el universo ya debería estar en un estado de muerte térmica si de algo eterno se tratase. Por lo tanto, es razonable pensar que el universo comenzó a existir y no es eterno, ya que se habría quedado sin energía utilizable. Además, se ha comprobado científicamente que el universo se encuentra en expansión y que tuvo un punto de comienzo en el pasado.

Así que teniendo esto claro, la causa del universo tiene que ser inmaterial, atemporal, a-espacial, increíblemente poderosa y autoexigente. También tendría que ser un agente personal quien, libremente, eligiera crear una consecuencia en el tiempo. Si observamos las evidencias filosóficas, lógicas y científica es más probable que el Argumento cosmológico Kalam explique mejor el origen del universo, que incluso un hipotético multiverso que solo empuja la pregunta hacia atrás.

Tanto Aristóteles como Santo Tomás de Aquino ya se preguntaban cómo era posible entonces la vida. Estos dos pensadores coincidían en un aspecto que es fundamental para poder explicar lo que nos rodea, la causa del movimiento, movimiento entendido como cambio de acto -lo que un ser es en este exacto momento- a potencia -lo que un ser podrá llegar a ser-. Para Aristóteles, debería existir un motor inmóvil que de movimiento -movimiento entendido como cambio- a todo lo demás, al igual que para Aquino, pero ¿es esto razonable?

Pues yo desde mi pobre raciocinio, comienzo a pensar y me doy cuenta de que nada tiene la capacidad de moverse por sí mismo, es decir, si yo me muevo es por el alimento que consumo que es lo que me da la energía necesaria para moverme, si una célula se mueve es porque está cargada de energía, pero la energía no se genera por si sola, lo que nos lleva a pensar que deberá haber un ente inmóvil que dote de movimiento a los demás. Y podrá pensar usted que a lo mejor no es un Dios y que igual vivimos en una simulación, o que existen varios dioses, yo le digo mi por qué sobre la improbabilidad de ello, es decir, creo que el hecho de una simulación es bastante obvia, un ser imperfecto no puede generar un sistema tan complejo de intercambios, relaciones y libertades naturales a tal gran escala desde el punto de vista en el que nos encontramos los humanos, lo que daría la posibilidad de creer en varios Dioses, lo que a mí me generaría aún más dudas, porque no veo concebible la creencia en decenas de "Dioses" que son creadores de movimiento por sí mismos, o que son causa eficiente de su propio ser, es decir, es como si tratáramos de explicar cada aspecto de nuestra vida, dividiéndolos en grupos, y que cada grupo está liderado por un Dios, lo que daría pie a una lucha de egos, y que se alejaría de la respuesta a la creación.

La segunda vía, la causa eficiente, entendemos por causa eficiente lo que provocó que una cosa llegara a suceder o existir. Nosotros observamos a nuestro alrededor de una forma clara, como existe un orden de causas eficientes, es decir, cada vez que pulsas una tecla del ordenador, una letra es escrita en la pantalla, cada vez que abres la ventana, el viento entra haciendo que se muevan los papeles que tengas en la habitación, por lo que esta premisa no la obtenemos de una forma lógica sino de una observación de la realidad, por lo que podemos aceptar que es correcto decir que todo lo que nos rodea es o ha sido causa eficiente de algo. Pero claro, esto no es significado de que no pueda llegar a existir un ser o elemento que sea causa de sí mismo, ¿no? Pues la respuesta se haya en la definición de causa eficiente; para que algo produzca su efecto, es indispensable que exista. Lo que no existe jamás podrá tener algún efecto. Por lo que un ser o elemento que sea causa de sí mismo, nos pide imaginar un ser que de alguna forma existe antes de existir, cosa que es absurda.

Por otro lado, podríamos tomar como contrargumento la regresión al infinito. Pero esto tampoco es posible, ya que, si hay un orden, deberá haber un comienzo. Por lo que, si no hay un comienzo, no habrá causa y sin causa no habrá efecto, provocando así que la cadena que se crea con este mismo efecto -si matas a un alfarero, ya no hay vasija, si no hay vasija, no hay recipiente para agua, si no hay agua, la gente se muere de sed- se vería rota, cosa que no observamos en nuestro día a día.

Dado entonces que existe un orden, deberemos buscar el primer eslabón, que es el que todos denominamos Dios.

Seas ateo o seas creyente, te habrás dado cuenta de que a nuestro alrededor hay cosas que pueden existir o no, es decir que son contingentes -mismamente nosotros, podemos existir, pero tenemos un fin, momento en el que pasamos a la no existencia- además como he comentado anteriormente, el universo sería también contingente ya que tiene principio y fin. ¿Y por qué un ser contingente existe? L a lógica nos lleva a pensar que un ser contingente es creado por otro ser, ya que, si eres contingente, no puedes otorgarte la auto existencia, porque si no, no tendrías ni inicio ni fin, por lo que serías un ser necesario. Esto lo podemos observar fácilmente con un ejemplo, -nosotros conocemos lo que es un unicornio, conocemos sus características, pero no por ello, debe existir. Resumiendo, un ser contingente no tiene la explicación de su existencia en sí mismo, en su naturaleza o esencia, este tiene que ser dotado de existencia por otro, "depende de otro ser".

Si tenemos series necesarios, entonces tendremos una cadena, esta cadena de dependencia jerárquica no puede prolongarse indefinidamente hacia atrás, puesto que implicaría que únicamente existen «seres intermedios» contingentes. Y si esto es así, ¿por qué existe algo en lugar de nada, si es que ninguno de estos seres tiene existencia necesaria? ¿Por qué hay un efecto final que procede únicamente de seres que no existen por sí mismos?

Para que exista un efecto final en nuestra experiencia, la cadena de dependencia ontológica debe «fijar» su existencia en un ser que no sea contingente, es decir, un ser cuya existencia sea necesaria. Este ser, por tanto, debe existir por sí mismo, por su naturaleza o esencia, y no depende de otros seres para existir. Esta es la definición del Ser Subsistente.

En nuestro alrededor observamos que existen elementos que no tienen consciencia propia, pero observamos que siempre tienden a un fin, pero no suele ser un fin azaroso, sino que es un fin determinado, pero, si no tienen consciencia, ¿Cómo pueden tener un fin determinado? Eso nos lleva a la conclusión de que hay un ente ordenador -como cuando un arquero lanza una flecha-

Según el argumento neoplatónico estamos divididos en diferentes partes, ya que dependemos de unas y de otras en cierta medida -puedes vivir sin un brazo, pero no sin un corazón- lo que nos lleva a un ser absolutamente simple, ya que no depende ni dependerá de nada.

Y, por último, nos vamos a centrar en el bien y el mal. Esto del bien nos conduce a la moral, una moral que va integrada en nuestro ser de una forma innata, es decir, existen ciertas "reglas" morales que son compartidas por las personas alrededor del mundo: ama a tu familia, ayuda a tu grupo, devuelve los favores, sé valiente, obedece a la autoridad, sé justo y respeta la propiedad de otros. Pero, hay ciertos comportamientos morales que hemos visto que han avanzado en la sociedad o que mismamente en la actualidad, dependiendo de la cultura en la que te encuentres, la moral podrá ser una u otra forma, como por ejemplo, en Arabia Saudí, la homosexualidad está penada y es ilegal, o los códigos de vestimenta de las mujeres, en los que se las realiza un juicio moral si no las siguen a raja tabla y así podría seguir con cientos y cientos de más ejemplos de sociedades y culturas diferentes. Para corroborar lo que dije al principio de que existen unas reglas morales, ya "escritas" en nuestro ser, voy a exponer un estudio realizado por Paul Bloom -Psicólogo- sobre la moral en bebés de pocos meses, mucho antes de que sepan andar o hablar Just Babies. El experimento se basaba en mostrarles escenas, o vídeos, donde una figura geométrica intenta subir por una cuesta y otras figuras le ayudan o se interponen en su camino. Luego se observa qué figuras le prefieren los niños, y se ve que son las que intentan ayudar -las buenas- y no las que obstaculizan -las malas-. Los niños intentan ayudar espontáneamente a adultos que lo necesitan y lloran cuando otros niños lloran. También favorecen instintivamente un reparto equitativo de los recursos y muestran aversión a la desigualdad -al igual que los monos o los perros-, y son muy sensibles a la comparación social. Por ejemplo, prefieren un reparto de fichas 1/1 a un reparto 2/3. Es decir, prefieren recibir sólo una ficha, y que otro niño reciba también una, a recibir dos fichas, pero que el otro niño reciba tres.

Pero ¿Qué pasa con la ética evolutiva naturalista, según la cual desarrollamos la conciencia de lo correcto y lo incorrecto, y de la obligación moral que nos ayuda a sobrevivir y reproducirnos? La conciencia ética tiene solamente valor biológico. Tal enfoque, nos deja con los siguientes problemas: Primero, ¿podemos confiar en nuestras mentes incluso si somos nada más que productos de la evolución natural, tratando de pelear, alimentarnos, huir y reproducirnos? Charles Darwin tuvo una "duda terrible" ya que la mente humana se ha desarrollado a partir de los animales menores ¿por qué habría alguien de confiar en ella? ¿Por qué confiar en las convicciones de la mente de un mono? El proceso evolutivo natural se interesa en la adaptación y la supervivencia, no en la creencia de la verdad; por lo tanto, la moralidad objetiva no sólo está deteriorada, sino que además es un pensamiento irracional. Nuestras creencias, incluyendo las morales, pueden ayudarnos a sobrevivir, pero no hay razón para creer que sean verdad. Creer en la moralidad objetiva o en la dignidad humana puede ayudarnos a sobrevivir, pero puede ser completamente equívoco. El problema del escepticismo (incluyendo el escepticismo moral) es que mediante un proceso de razonamiento que considero digno de confianza, llego a la conclusión de que ¡no puedo confiar en mi propio razonamiento!

Esto nos lleva a pensar que la idea del bien y del mal, más allá de la sociedad o la evolución que hemos podido haber desarrollado el humano durante millones de años, debe estar impregnada en nuestro ser de una forma innata, lo que a mi parecer nos vuelve a conducir a Dios, porque, en el caso de mi Dios, el Dios cristiano, creemos en Jesucristo, como hijo de Dios, y en el tiempo en el que Jesús estuvo sobre la tierra, nos dejó claro, esos principios morales de los que ya unos siglos antes Moisés nos mostró. Reglas morales que -quitando "Amarás a Dios sobre todas las cosas... y no tomarás el nombre de Dios en vano..."- son unas reglas morales que todos los seres humanos compartimos. Cabe destacar que me parece -como argumento subjetivo- fascinante que la moral que predicaba Jesús estuviese tan avanzada para la época, es decir, si aún hoy en día la moral en ciertos lugares es parcialmente negativa, y nos encontramos en pleno siglo XXI, me resulta inconcebible como una persona que según los ateos, era un simple ser humano, pudo llegar a dar una definición de lo que es el bien y el mal, de una forma tan perfecta y evolucionada, es como si esas reglas fueran a ser el culmen evolutivo moral humano.

En resumen, no le encuentro explicación alguna a la definición del bien y del mal, sin que haya sido otorgada por un creador inteligente.

© 2022 Mario Gómez. Todos los derechos reservados.
Creado con Webnode
¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar