¿Hacia dónde vamos?

La gran esperanza de la sociedad radica en el carácter del individuo.

Esta frase es de William Ellery Channing, un ministro estadounidense de la iglesia unitaria federal de Boston, el centró su vida en tratar de ver la religión como algo racional además de solamente fe, su idea principal es que para que toda fe sea firme, se deberán comprender de forma racional aquellos aspectos religiosos que lo requieran y a esto le deberemos sumar la fe. 

Pero, ¿Y por qué cuento esto? porque en aquel momento, cuando William intentaba promover este pensamiento, que solamente buscaba ponerle un poco de cabeza a la religión, no para destrozar las creencias, sino para intentar limar los dogmas, fue arrollado por los que en el momento se encontraban en los puntos de poder de las iglesias inglesas.

Creemos ser libres, pero en cambio, hemos pasado del yo -individuo- al nosotros -masa- y como todos sabremos, cuanto mayor es la masa, menor es la inteligencia de la misma. Nos hemos convertido en una sociedad en la que la globalización nos obliga a pensar como un rebaño, como una comunidad, en vez de ver la vida como un individuo, se han encargado de reducir en total plenitud la inteligencia, el interés por el conocimiento y la razón, sustituyéndolas por emociones, sentimientos y pensamientos subjetivos que basan su argumentación en la nada. 

Si nos encargamos de erradicar al individuo, nos encontraremos con una sociedad que no sirve para nada, que se deja guiar aunque sea al abismo, pero no se deja porque no pueda sublevarse, sino porque no es consciente de que está siendo guiada, vivimos en un sistema totalitario que se oculta tras la hegemonía publica que es controlada por los gobiernos, una hegemonía formada por: medios de comunicación, educación y por suerte todavía queda un bastión parcialmente libre de ideología y engaño, la iglesia.  

Mi generación -generación z- hemos crecido en una época en la que no nos ha faltado de nada, que hemos tenido todo aquello que hemos podido -hablo de occidente y generalizando- no hemos estado obligados a los 14 años a ir al campo a labrar para poder llevar un trozo de pan a la mesa para tu familia cada día, es decir, no tenemos ningún inconveniente para vivir en la amargura, pero tranquilo, que de eso ya se encarga la sociedad, ¿Por qué crees que nos llaman "generación de cristal?